Información
Descargar Docx
Leer más
Antes de que lleguemos al más alto, hay varios o cinco mansiones que debemos cruzar y tres de ellos son los más bajos, incluyendo el nuestro. Eso son los tres. Y estos tres reinos son los reinos de la creatividad más ilusoria. Así, todo el mundo en estos tres planos de existencia, o tres niveles de consciencia, creen algo que ellos no son. Y a ellos les es cubierta la verdad unos pocos años después de su nacimiento. Y el velo se hace más y más grueso cada día. Cuanto más nos dedicamos a las actividades mundanas, más nos olvidamos de nuestro verdadero Hogar. Por encima de estos tres reinos, hay una existencia más orientada a la espiritualidad. Y ahí es a donde debemos cruzar para conocer nuestro verdadero Ser en todo Su Esplendor, toda Su Gloria. Nos hacemos uno con Dios. Proclamaremos: “Yo soy uno con Dios. Yo y mi Padre somos uno”. […]Y el Quan Yin, significa reconectar con la reverberación de Dios, con la Palabra de Dios, con Dios. […]“Quan Yin” es un término chino, y yo empecé en Taiwán (Formosa) y allí hablan chino y entonces todos los libros se imprimieron en chino. Así que mantuvieron el nombre. Igual que Cristo es un nombre hebreo para Santo iluminado y Buda es el nombre sánscrito para Santo iluminado. Pero ellos mantienen la expresión porque se hace una costumbre y todo el mundo habla así. Pero es lo mismo. […]Si nuestro planeta se elevara a sí mismo a un nivel más alto de comprensión espiritual, no habría más guerra. La guerra solo existe en la atmósfera de odio, de incomprensión, de frustración, debido a la distancia entre los humanos y Dios dentro de ellos mismos. La guerra es el grito de angustia, del anhelo del Hogar. El grito más desesperado, el grito más violento de un niño que no sabe dónde está su padre. […] Así que la única forma de detener la guerra en este planeta o cualquier otro lugar es estar iluminado, conocer a Dios como un niño al que abraza su madre y que dejará de llorar.Photo Caption: Tenlo en tu interior, ¡brilla intensamente por fuera!